En teoría, la arrancada debería ser único movimiento con impulso que acaba cuando los brazos se bloquean en el punto alto del movimiento, en este caso deberías hacerlo para que sean los deltoides y tríceps, los que acaben el movimiento.
Bill Starr aprendió este ejercicio observando a los Halterófilos europeos que compitieron en las Olimpiadas de Méjico 68. No podía entender porqué hacían el press cuando entrenaban si era motivo de descalificación inmediata en los levantamientos a dos tiempos de los campeonatos. Preguntó al Halterófilo filandés Kaarlo Kangasniemi, que era capaz de levantar 90 kilos de peso, qué se pretendía conseguir con este movimiento, a lo que él respondió: “Lo hacemos para fortalecer hombros”
Bill ha incluiso este movimiento en las rutinas de muchos halterófilos y atletas de nivel olímpico y lo cierto es que funciona.
No empieces este ejercicio desde el suelo, sino con la barra justo encima de las rodillas, y utilizad correas para que no se os resbale. 5 o 6 series serán suficientes, aunque si deseas puedes añadir algunas repeticiones más.
Fuente: Revista Musclemag
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